La difícil situación por la que está
pasando la humanidad no tiene precedentes, no porque sea la primera vez que una
pandemia azota a la humanidad, sino porque es la primera vez que se están
tomando medidas rápidas para lograr la mitigación de los estragos que puede
causar. Un factor que ha influido en gran manera para que esta situación se
esté manejando así es el avance científico y tecnológico al que ha llegado el
ser humano en estos tiempos.
En el ámbito educativo, el reto para las
escuelas y especialmente para los docentes es incomparable con otros que han
tenido que enfrentar en el pasado, como agentes de transformación social, pero
las herramientas de las tecnologías de la información y la comunicación están
permitiendo hacerle frente, también, de una manera nunca antes vista. Sin
embargo, la gran brecha que hay entre quienes pueden acceder a la educación
desde la distancia usando esos medios tecnológicos y quienes no tienen esa
posibilidad, se hace cada día más grande. Es por eso que el docente debe pensar
cada vez más en esos estudiantes que hoy se encuentran excluidos del sistema
educativo por las condiciones económicas y sociales en las que se encuentran
sus familias.
Este momento debería tomarse como una gran
oportunidad para transformar la educación como viene siendo concebida
tradicionalmente, debería implicar el cambio de paradigmas que han perpetuado
la idea de que el conocimiento debe ser fragmentado en pequeños espacios que
componen los planes de estudio, donde se transmite información y que no
parecieran tener relación entre sí, cuando la realidad de la vida nos dice lo
contrario.
Teniendo en cuenta esas dificultades, la
secretaría de educación distrital de Santa Marta ha emitido el documento
“Orientaciones pedagógicas en la situación de emergencia ocasionada por la
pandemia COVID-19 para el reinicio de las actividades académicas en el periodo
20 de abril al 29 de mayo de 2020”, en el que explica detallada y claramente la
situación en la que se encuentra el sector educativo del distrito, a la vez que
muestra una propuesta de la que se interpreta que sugiere a los docentes hacer
uso del modelo de integración curricular, a través de “un único componente,
temático, relacional y experiencial, relativo a la comprensión, el
conocimiento, la prevención, el manejo y el control del COVID-19” [énfasis
en el original] (Peralta y Munárriz, 2020).
Estoy terminando un documento brinda una orientación sobre lo
que es la integración curricular y cómo puede llevarse al plano de la realidad
que enfrenta el sector educativo ante el reto de transformar el ejercicio
docente de maestros formados para desempeñarse en un ambiente físico bajo la
modalidad de educación presencial, con el objeto de entrar a desempeñarse, sin
mayores traumas, en ambientes virtuales bajo la modalidad de educación a
distancia. Pero quiero compartir con todos ustedes mi propuesta desde la práctica y por eso les dejo el siguiente enlace donde pueden ver, con un ejemplo, cómo organizar la integración de las áreas usando uno de los modelos de integración curricular que menciono en el documento antedicho.
Espero que les guste y, de antemano, les agradezco mucho si tienen a bien considerar el estudio de mi propuesta, como también les reconozco si me dejan sus comentarios para poder retroalimentarla desde sus amables críticas.